Un Espacio Para Reflexionar
La
felicidad es una decisión que se toma cada día y no depende de que todo esté perfecto. Más bien, está basada en tu actitud ante cada acontecimiento. ¡Decide ser feliz!
Tú decides cómo quieres que sea tu día
Del poeta uruguayo: Mario Benedetti
Que tengas un gran día… a menos que tengas otros planes.
Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes que el reloj sonara.
Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.
Hoy puedo quejarme porque el día está lluvioso…. o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero…. o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud…. o puedo regocijarme de que estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo…. o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas …. o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos…. o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar…. o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela…. o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar…. o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente y cuerpo.
Hoy el día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma y aquí estoy, soy el escultor.
Lo que suceda hoy depende de mi. Yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.
Que tengas un gran día… a menos que tengas otros planes.
¿Te has puesto a pensar?
En la actualidad, todo parece llevarnos a perder la dimensión de las cosas que son verdaderamente importantes.
Se venden teléfonos móviles de alta tecnología, automóviles y casas “inteligentes”, muebles confortables, pero demasiado sofisticados, ropa, zapatos, accesorios y perfumes a precios estratosféricos, porque son de “diseñador”.
Y sí bien todo esto es grandioso y es muestra de la capacidad del ser humano para crear, también es, en contraparte, una especie de veneno que nos va consumiendo lentamente.
De pronto, no somos los mismos si nuestro celular está descompuesto, lo perdemos o ha sido robado, nos sentimos totalmente incomunicados y hasta en “peligro”. Nos sentimos perdidos y olvidamos que es una oportunidad de retomar el contacto humano.
Cuando hablamos de ropa de “diseñador”, sólo podemos pensar en un artículo costoso, que nos da “cierto prestigio” y no tenemos en cuenta que toda prenda, por humilde que sea, también tuvo un diseñador y un confeccionador, pareciera como si la palabra diseñador fuera sólo exclusiva para los que se han hecho populares en el diseño.
Estamos convencidos que la comodidad y el confort depende del precio de las casas y los autos, perdiendo de vista que una casa no es un hogar y que aún la vivienda más austera puede ser un paraíso si en ella reinan la paz, la armonía familiar y el amor auténtico. En cuanto a los automóviles, cuando buscamos el más moderno y vistoso, llegamos hasta a perder la tranquilidad y la perspectiva, cuidándolo de manera exagerada, porque ¡claro! Es un objeto valioso.
En conclusión, nuestras prioridades han dejado de ser la paz y el éxito familiar, para convertirse en el “tener” y “parecer”. Porque finalmente da lo mismo tener o parecer que lo tengamos, lo importante es que los demás lo crean. Ya no son nuestros seres queridos ni nosotros los que contamos, ahora es la “imagen” lo que vale, lo demás, lo dejamos para una lucha oculta de la que nadie debe enterarse.
Ahora un hombre de éxito ya no es el que tiene una familia unida, un hogar en paz y vive con honestidad. En estos días el triunfador es el que más tiene y más puede, sin importar cómo ha llegado a tener o poder.
Te invito a meditar este pensamiento de San Agustín: “No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita”
© Autor: OBS noviembre 2014
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No todo es negro, ni todo es blanco, ¡EXISTEN LOS MATICES!
Es muy lamentable la manera en que, muchas veces, nos empeñamos en ser terminantes y decimos: “Conmigo todo o nada, odio las medias tintas”
Sin embargo, no todo es negro, ni todo es blanco, tenemos que entender que existen los matices, y que en ellos, está la verdadera riqueza de nuestras vidas. Entendiendo de matices, seríamos menos duros para criticar a los demás, seríamos más justos y menos soberbios, pero sobre todo, sabríamos que hay momentos en la vida, en que es necesario movernos de nuestras posturas y abrirnos al cambio.
Muchas cosas que nos desagradan, es porque no las conocemos, o porque sentimos que se salen de nuestros parámetros de aceptación; sin embargo, cuando nos atrevemos a abrirnos al cambio, frecuentemente nos llevamos muy agradables sorpresas.
No seamos cerrados emocionalmente, demos a la vida la oportunidad de sorprendernos, ¡Dejemos ya de temer al cambio!
© Autor: OBS junio 2014Sí copias el texto de la reflexión, por favor enlaza y menciona esta página https://www.minibodegasg.com/noticias/reflexiones
Consejos para padres sobre los hijos
Madre: Acaricie a sus hijos.
Padre: Abrácelos firmemente.
Permitan que ellos sepan que los aman
por la mañana, al mediodía, y por la noche.
Ponga sus brazos alrededor de ellos,
sosténgalos cerca suyo,
sienta el latir de sus corazones,
la vida nueva que usted formó.
Ruede por el suelo con ellos,
bromee, ría y juegue, escuche lo que tienen que decirle,
ellos tienen mucho para contarle.
Tome tiempo para conocerlos,
vea el color en sus ojos.
Aprecie a esa persona tan profunda
dentro de sus pequeñas mentiras.
Permita que corran sus dedos por sus cabellos,
doble su cabeza, llene sus corazones con palabras de alabanza,
haga de su hogar su lugar favorito.
Abrácelos estrechamente en el sofá
y mire un programa de televisión,
cante con ellos o comparta la lectura de un libro
y ayúdelos a crecer en su mundo.
Tome un tiempo para caminar en el parque,
sosténgase de la mano, huela las flores,
alimente los patos, construya castillos en la arena.
Madre: Acaricie a sus hijos.
Padre: Abrácelos firmemente.
Muéstreles que ellos son un regalo,
ámelos para que se sientan bien.
El amor es para el niño lo que el
sol para las flores. No le basta pan:
necesita caricias para ser bueno
y para ser fuerte.
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